Los gigantes de la tecnología tendrán nuevas sedes, pero no
serán edificios convencionales o rascacielos, sino "ciudades sedes"
que proyectarán en sus diseños el poder de las redes sociales.
Steve Jobs nunca llegó a ver concretado uno de sus proyectos más
preciados: un gran edificio plateado en forma de rosquilla en Cupertino,
California, en torno a un huerto.
La de Apple es sólo una de las muchas sedes proyectadas por los
gigantes de la tecnología. Facebook comisionó al arquitecto Frank Gehry su
nueva sede en Menlo y Google está extendiendo su campus en Mountain View.
Estos proyectos son bien conocidos. Pero hay otros igualmente
extraordinarios y el arquitecto Jonathan Ward es el principal responsable.
Ward, de la compañía internacional de arquitectos NBBJ, es ya un
especialista en sedes de gigantes de tecnología. Trabaja con Amazon, Samsung y
la empresa china Tencent y viaja constantemente entre Estados Unidos y Asia.
El arquitecto asegura que está emergiendo un nuevo patrón en
construcciones que dejará una huella distintiva durante siglos.
Tencent: Uno de los diseños más
notables de Ward es la nueva sede del gigante de internet chino Tencent, que
está siendo construido en Shenzhen y debe ser completado en 2016.
El edificio parece una escultura y se asemeja a dos figuras que se
abrazan, pero el arquitecto insiste en que el diseño es totalmente práctico.
Impresionados por lo que habían visto en Silicon Valley, los ejecutivos
de Tencent querían emular el concepto de un campus, pero los precios de la
tierra en Shenzhen eran demasiado altos.
"Así que tuvimos que construir un campus vertical", explica
Ward.
"Típicamente en un edificio alto los espacios y funciones comunes
están en la base. Aquí creamos tres grandes puentes con plazas urbanas para
actividades sociales".
Esas áreas incluyen canchas de básquetbol, una biblioteca,
restaurantes, un gimnasio, un auditorio y hasta una pista de atletismo paralela
a las paredes de vidrio, con vistas espectaculares a lo largo de toda la ruta
(siempre que la contaminación lo permita).
Ward cree que este diseño llevará a la gente a moverse por el edificio,
a formar conexiones sociales y a compartir ideas que beneficiarán a la
compañía.
El arquitecto también trabaja con la subsidiaria de Tencent, WeChat,
para diseñar un edificio icónico que simbolice a la empresa.
Los planes son secretos y todo lo que Ward está dispuesto a revelar por
ahora es que el diseño simbolizará la idea de comunicación.
Redes: "Los grandes de la
tecnología han despertado al poder de la arquitectura", me dijo Ward,
sentado en las oficinas open plan de su compañía en el este de Londres, un
espacio vasto salpicado por dibujos, diseños y maquetas.
"Las empresas buscan proyectar una imagen y quieren que sea una
expresión auténtica de su compromiso con la innovación".
Muchos de sus clientes han amasado sus fortunas a partir de las redes
sociales posibilitadas por internet. El mismo principio de aprovechar el poder
de esas redes es el que ahora comienza a manifestarse en las sedes de las
compañías, según Ward.
Las empresas quieren que las redes sociales se transformen en algo
físico, en una proyección auténtica de la misión de la compañía que a su vez
aumentará la productividad.
Esa visión, según Ward, no podría lograrse en los rascacielos segregados
y jerárquicos del pasado.
El mismo principio de redes inspiró su trabajo con Samsung en la
construcción de una sede nueva para la empresa en Estados Unidos, en San José,
California, que estará finalizada el año próximo.
El edificio busca conmemorar la llegada de los primeros líderes en el
sector de la tecnología y convertirse en un sitio en el que el talento joven
más brillante de Estados Unidos quiera trabajar.
Ward divide su tiempo entre la costa oeste de Estados Unidos y Asia, y
según asegura, sus clientes en ambos sitios comprenden bien lo que describe como
"conectividad deliberada".
Las burbujas de
Amazon: Ward no quiso hablar de su proyecto para rediseñar el campus de Google.
Pero sí dio detalles de su trabajo con Amazon, que decidió abandonar los
suburbios para crear un campus urbano.
La empresa compró
tres manzanas enteras, conectadas por estructuras de vidrio en forma de
burbujas.
El primer edificio
estará finalizado en 2016 y las burbujas contendrán jardines, cafés y salas
abiertas tanto a los empleados de Amazon como al público.
La iniciativa ha
sido descrita como un "proyecto para un barrio". "Jeff Bezos
tiene una fascinación con este tipo de espacio que pueden juntar a las
personas", afirma Ward.
Las empresas de
venta online han sido acusadas de llevar al colapso a numerosos negocios
tradicionales en los barrios de las ciudades, promoviendo en cambio un modelo
de compras por internet y el despacho de productos desde grandes almacenes
directamente a los consumidores.
Las dos palabras a
las que Ward vuelve una y otra vez son "porosidad" y
"conectividad".
Cuando le pido que
explique un poco más qué significa "porosidad", el arquitecto señala
que los edificios ya no deben ser "mundos cerrados", sino
construcciones que no sólo permitan el intercambio entre empleados sino, en
algunos casos, incluso se transformen en espacios públicos.
"Estos
edificios no son monolitos, parecen más bien ciudades que edificios en una
ciudad", asegura.
El legado físico de
los gigantes de la teconología puede acabar siendo muy diferente al de los
rascacielos del siglo XX, como Sears Tower en Chicago o el edificio Seagram.
Y sus diseños bien
pueden revelar en una forma sutil un mensaje sobre cómo internet ha logrado
penetrar cada faceta de nuestras vidas.
Fuente: BBC
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