Desactiva las animaciones: Comenzamos por un truco “a medias”, me explico: hace
unas semanas ya hablamos de este tema, las animaciones han servido desde tiempo
inmemorables para ocultar los tiempos de carga de los procesos, sin embargo, al
desactivarlas, aunque no aumentamos el rendimiento de nuestro Android, sí nos
parece a simple vista que todo va más rápido.
Para desactivar las
animaciones, primero tienes que sacar a la luz las opciones de desarrollador,
que por defecto vienen ocultas en Android. Para ello entra a Ajustes, Información
del Teléfono (Acerca de… o similar) y pulsa siete veces sobre el apartado
Número de Compilación.
En ese momento ya te
aparecerán en los Ajustes generales, y puedes desactivar (o bajar la
intensidad) de las escalas de animación, transición y duración de las mismas.
Reduce la cantidad de widgets en tu escritorio: Los widgets son una buena forma de tener acceso a la
información de las aplicaciones directamente desde el escritorio sin necesidad
de abrirlas, sin embargo en teléfonos poco potentes pueden provocar
ralentizaciones. Si tienes demasiados, trata de quedarte con los importantes y
que realmente utilizas.
Reduce el número de escritorios: El caso de los widgets se aplica también aquí. Si
sólo usas unos cuantos iconos y accesos directos, trata de reunirlos en pocos
escritorios y borra aquellos que tengas vacíos. Si en el futuro necesitas más,
créalos, total… son gratis!
Comprueba las Apps recientes y cierra algunas: Siempre se ha dicho que la memoria RAM está para ser
utilizada. En Android tenemos acceso a la multitarea o vista de aplicaciones
recientes en sólo unos toques. Ahí veremos decenas de Apps que hemos utilizado
en algún momento y Android tiene su propia gestión de los recursos que cierra
procesos para compensar la apertura de otros.
Cuando pulsamos el
botón Atrás en alguna App, ésta no se cierra del todo, sino que queda en
segundo plano para abrirse más rápido la siguiente vez que la necesitemos. Si
no la vamos a utilizar más, siempre podemos “deslizarla” en la multitarea para
liberar un poquito de RAM. No sirve de mucho, sobre todo hoy en día donde los
smartphones son más potentes, pero puede dar un empujón en determinados
momentos a aquellos más justos.
Cambia de launcher: En ocasiones la lentitud no está relacionada con los componentes, sino
con la poca optimización que el fabricante ha puesto en su terminal. Por
suerte, esto tiene fácil solución, dirígete a Google Play y descarga un
launcher de entre las decenas que hay para elegir.
Los tienes de todo
tipo, super personalizables, llamativos, simples y muy ligeros, nosotros
siempre te vamos descubriendo alguno nuevo, puedes verlos aquí.
Una App para cada cosa: Para una misma acción podemos escoger entre muchas
Apps alternativas, desde la versión oficial del servicio (por ejemplo, Twitter)
a los tantos clientes de terceros (Fenix, Plume, Robird, Talon y un largo
etcétera).
Esto ocurre con
muchas otras aplicaciones, por eso, si notas que tienes instaladas muchas para
lo mismo y realmente sólo utilizas una o dos, quédate con ellas y además ahorrarás
memoria.
Restablecer datos de fábrica: Borrón y cuenta nueva. Ya llevas un tiempo pensando
en empezar de cero con tu Android, has acumulado demasiadas Apps y archivos y
ya está bien. La forma más sencilla es Restablecer los datos de fábrica y
quedará como el primer día, cómo si lo acabases de sacar de la caja.
Eso sí, recuerda
antes hacer una copia de seguridad de tus datos, fotos y demás archivos, no la
vayas a liar.
Libera espacio y recupera memoria: Si hay algo que nunca nos parece suficiente, es la
memoria de almacenamiento. Siempre queremos más y más gigas, si tenemos opción
para meter una microSD mejor, aunque no la vayamos a utilizar. Si no es tu caso
y estás harto de ver el mensajito de “Poco espacio de almacenamiento
disponible“, libera memoria.
Borra archivos
innecesarios, aplicaciones que no utilices, elimina historiales y la caché.
Para todo ello tienes varias Apps que te pueden ser muy útiles para realizar un
mantenimiento a tu Android y nombres tan conocidos como CCleaner, una de una de
las soluciones más conocidas en PC que recientemente ha aterrizado en Google Play.
Instala una ROM: Las
ROM’s son una gran forma de mantener vivo nuestro Android durante más tiempo,
nos dan la posibilidad de personalizarlo al máximo y añaden nuevas funciones.
Además, en muchas ocasiones los fabricantes nos dejan de lado en el tema de las
actualizaciones, poniendo como excusa la falta de potencia para mover nuevas
versiones de Android pero los cocineros de ROM’s lo consiguen sin demasiados
problemas.
Algunos de los
nombres más conocidos en este campo son CyanogenMod, OmniRom, Paranoid o AOKP.
Desinstala aplicaciones que no utilices: Cada semana nos pasamos por Google Play, nos
recomiendan aplicaciones, probamos otras nuevas… ¿y cómo acabamos? Con el
teléfono lleno de porquería y Apps que finalmente no utilizamos más.
Desinstálalas.
Reduce la cantidad de datos que sincronizas
automáticamente: No es raro que
tengamos más de una cuenta de GMail en un mismo dispositivo, pero sí sólo la
quieres para consultar el email, deberías desactivar el resto de opciones. En
Ajustes y cuentas, podrás ver la cantidad de información que se está
sincronizando, como Fotos, Contactos, Calendario, Libros, Películas y un largo
etcétera. Desmarca la casilla y listo.
Elimina aplicaciones del sistema y bloatware: Los
fabricantes y operadoras acostumbran a meternos muchas Apps propietarias que al
final acabamos por no usar. En principio no molestan, pero cuando te vas
quedando sin memoria comienzas a acordarte de ellas y ves que no puedes
eliminarlas con el sistema tradicional. Sin embargo, si eres root sí puedes
desinstalarlas con diferentes herramientas: App Eater, App Manager y Desinstalador
fácil.
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