Su nombre lo dice todo. El Henn-na
Hotel u “Hotel Raro", como lo indica su traducción, es un
establecimiento japonés situado en la ciudad de Sasebo. El edificio cuenta con
72 habitaciones y están atendidas por un staff integrado completamente por
robots.
En la recepción, los huéspedes son recibidos por un dinosaurio
mecánico, una mujer androide y un robot recepcionista. A continuación, deben
registrarse a través de un panel táctil antes de que un brazo robótico se
encargue del equipaje.
Por último, el huésped debe someterse a un sistema de reconocimiento
facial para poder acceder a la habitación, a la que se llega acompañado por dos
conserjes robot. De aquí hasta el fin de la visita es poco probable cruzarse
con las diez personas que trabajan en este hotel, una medida que le permitió a
la empresa operadora ahorrar un 25 por ciento en costos salariales.
El hotel busca ser amigable con el medioambiente. Por eso no hay
refrigerador ni televisión en las habitaciones. Los clientes pueden ver sus
programas a través de una tablet, que es provista por la empresa dependiendo
del tipo de habitación que se alquile.
Además, las luces se apagan automáticamente a través de sensores de
movimientos instalados en las piezas. En lugar de equipos de aire
acondicionado, cada cuarto cuenta con un sistema de paneles radiantes que,
según la empresa, “usa olas electromagnéticas para transferir el calor
directamente de un objeto al otro. Cuando
hace calor el sistema aleja el calor de tu cuerpo para hacerte sentir
más fresco. Cuando hace frío, te hace sentir cálido, evitando u el calor escape
de tu cuerpo”.
Para aquellos que están planeando un viaje a Japón, el precio de la
estadía en el hotel Henn–na parte de los US$ 72 dólares (9000 yenes) por
persona.
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