Tu y yo podemos descansar en lo que Dios es. En estos tiempos que estamos viviendo donde todo cambia, saber que Dios no cambia, que sus promesas no tienen fecha de expiración o de caducidad, saber que Él nos conoce bien y de igual manera nos ama, trae paz y esperanza a nuestros corazones.
Es más fácil escribir sobre
la paz cuando se está a la orilla de la playa, en el campo o en un lugar
tranquilo, que en la rutina y trabajo de cada día, cuando no tenemos tantos
problemas, estamos sanos y tal vez, nos acaban de aumentar el sueldo. Las cosas
cambian cuando podemos tener algún problema, andamos apurados y aún así, en
medio de esto, nuestro corazón, nuestra esperanza y nuestra mirada siguen
puestas en Dios.
Es muy bueno saber que la
paz, más que un buen sentimiento, es uno de los nombres de Dios (Jesús)
"... y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre
eterno, Príncipe de paz" (Is. 9:6) . Como hijos de Dios la promesa de
"una paz que sobrepasa todo entendimiento" (Fil. 4:7), sin importar las circunstancias, es para
nosotros una promesa y una bendición de Dios "Jehová te bendiga y te
guarde....y ponga sobre ti paz" (Nm. 6:24)
En mi ciudad hace poco vi un
anuncio que decía "la paz comienza creyendo" y eso es muy cierto. A
través de Jesús la paz fue establecida
entre Dios y nosotros. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para
con Dios por medio de nuestro señor Jesucristo.." (Ro. 5:1) La paz viene también a través del Espíritu
Santo morando en nosotros, es un fruto producido al acercarnos a Dios,
conocerle y amarlo.
Como latinoamericanos
talvez, tu al igual que yo vives en un país con problemas de violencia y
pobreza entre otras cosas. Constantemente en entrevistas me preguntan que cual
creo que sea la respuesta para que haya paz en mi país o en mi ciudad. Como
cristianos somos llamados a ser pacificadores, siendo honesta esta no es una
tarea súper fácil, es una tarea que únicamente al buscar, escuchar, conocer y
depender de Dios cada día podemos hacer, es una tarea que requiere práctica
también. Dios nos llama a llevar y a establecer a otros la paz. "Cuan
hermosos son los pies de los que anuncian la paz..." (Ro. 10:15)
En el último disco tuve la
oportunidad de grabar una canción que se llama ¨Guía nuestro camino¨ y habla de
pedirle a Dios que enderece nuestros pasos, que nos ayude a caminar por sendas
de justicia. "Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que
hacen la paz." (Stg. 3:18) El cambio en nuestros países, ciudades, familia
comienza uno a uno, contigo y conmigo. La paz llama a la sabiduría. La
sabiduría que viene de Dios es pura, pacifica, amable, benigna, llena de
misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre, sin hipocresía. (Stg.
3:17).
Es mi oración que tu y yo
podamos conocer cada vez más a Dios y a través de Él, por su Espíritu y sus
fuerzas en nosotros podamos tener ese tipo de actitud, ese tipo de sabiduría.
Me anima saber que Dios es fiel para terminar la obra que ha comenzado en
nosotros.
Tu y yo podemos descansar en
lo que Dios es. En estos tiempos que estamos viviendo donde todo cambia, saber
que Dios no cambia, que sus promesas no tienen fecha de expiración o de
caducidad, saber que Él nos conoce bien y de igual manera nos ama, trae paz y
esperanza a nuestros corazones.
Si estás leyendo esto y
necesitas que su paz inunde tu vida, habla con Él, ya que está dispuesto a
escucharte, amarte y consolarte, pagó un precio altísimo para que tu y yo
pudiéramos conocerle y hablarle. Que la
paz de Dios inunde tu corazón, renueve tus fuerzas y puedas conocerle y amarle
cada vez más.
Fuente: Escrito por Marcela Gándara en 100porcientomujer.com
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